Descripción
En una ciudad cualquiera, diferentes personajes a través de sus actos, sus rutinas diarias, los secretos de sus vidas, los acontecimientos que caen en diversos momentos a sus presentes, nos relatan la realidad verdadera de una sociedad que saca a relucir nuestras miserias como especie que convive. Entre ellos, la señora Democracia, que regenta un edificio de manera severa y sin contemplaciones, imponiendo sus criterios, pero enarbolando la bandera de que todas las decisiones tomadas por muy drásticas que sean, se realizan en beneficio de los inquilinos y la convivencia de todos; también el hijo del carpintero, que reside en dicho edificio, y que ha llegado al presente para convencer a los ciudadanos de que han utilizado su vida y su muerte, y la cruz donde fue crucificado, para maniatar y utilizar durante siglos el pensamiento de los ciudadanos y señalarlos como fieles o creyentes, o asesinarlos y apartarlos de la sociedad en caso contrario.